Buenas viajeris del mundo:
A solo un paseo de 300 km de Aswan, haciendo frontera con Sudán, encontramos el complejo arqueológico de Abú Simbel, una de las maravillas más espectaculares que nos han regalado los antiguos egipcios.
¿Queréis conocer Abú Simbel con nosotros? Empezamos la expedición…
¿Qué es Abú Simbel?
Es un conjunto de templos construidos en el siglo XIII a.c por el faraón
Ramsés II para celebrar su victoria en la batalla de Kadesh, contra los Hititas y eligió precisamente este emplazamiento para demostrar todo su poder a sus vecinos del sur y así, mantenerlos a raya.
Se compone de dos templos, el templo mayor o el templo de Ramsés. Principalmente dedicado al culto de su propia figura como deidad, al dios Amón, el dios Ptah y el dios Ra.
El templo menor o el templo de Nefertari, dedicado al culto de la diosa Hator y construido en honor a la esposa principal y favorita del faraón, Nefertari.
Estos templos están excavados y esculpidos en la montaña, aunque actualmente no están en su emplazamiento original, ya que con la construcción de la gran presa de Aswan corrían el peligro de ser tragados por el agua del lago Nasser. Decidieron reubicarlos 210 metros mas lejos y 65 metros mas alto.
¿Que podemos encontrar?
En la entrada, tras pasar el arco pertinente, nos encontraremos con dos sendas, según si tomas la de la derecha o la de la izquierda acabarás en un templo o en otro.
Nosotros tomamos el camino de la izquierda y encontramos un pequeño mirador con vistas al lago Nasser antes de toparnos con el templo Mayor.
El templo de Ramsés nos recibe con cuatro colosos de unos 22 metros, el faraón aparece sentado y representado con la doble corona de Egipto y a sus pies, aparecen pequeñas estatuas que apenas le llegan a las rodillas, representando a la familia real.
El coloso de la izquierda de la entrada se partió durante un terremoto y solo quedó intacta su parte interior. La parte superior está esparcida por el suelo. La fachada tiene 30 metros de alto por 18 metros de ancho. Destacan las imágenes de Ramsés adorando al dios Ra y una estela que representa el matrimonio del faraón con la hija del rey hitita con el que firmaban la paz entre ambos países.
El templo dispone de tres salas de tamaño descendente, como era típico en los templos de la época. En la primera sala encontramos imágenes de la batalla de Kadesh, donde vemos a Ramsés sometiendo a sus enemigos.
Tiene ocho columnas donde se deifica al faraón, vinculándolo al dios Osiris y mostrando así su inmortalidad. Las cuatro columnas de la izquierda llevan la corona blanca que representa el alto Egipto y las cuatro de la derecha la doble corona que representa la unificación de Egipto bajo el poder de un solo faraón.
En la sala intermedia encontramos cuatro pilares con escenas de adoración a los dioses y en sus paredes imágenes de Ramsés y Nefertari con la barca sagrada.
La sala intermedia da acceso a un vestíbulo que nos lleva al Santo Santorum.
En el santuario, al fondo, encontramos talladas en la piedra las figuras sentadas, Ramsés deificado, Ra, Amón y Ptah.
En este templo sucede un fenómeno super curioso y es que esta construido de tal manera que el 21 de febrero y el 21 de octubre, exactamente 61 días antes y después del solsticio de invierno, La Luz del sol entra en el templo e ilumina las figuras del Santo Santorum, todas excepto el dios Ptah, asociado con el Infra mundo y por lo tanto debe permanecer en las sombras. Se dice que estas fechas coinciden con el cumpleaños de Ramsés y con su coronación.
Actualmente y por su reubicación el fenómeno solar se ha desplazado un día.
El templo menor de Nefertarí esta situado al norte del templo mayor, como ya hemos dicho fue construido en honor a Nefertari.
En la fachada hay seis estatuas, cuatro de Ramsés y dos de Nefertari, todas miden 10 metros de altura, cosa curiosa ya que por norma general las estatuas de las esposas las construían a menor escala, así que esto es una pista importante de la relevancia que tenía Nefertari en el mandato del faraón.
La sala principal tiene seis columnas hatóricas, es decir, que contienen capiteles con la cabeza de la diosa Hator.
Todas las salas de este templo nos presentan imágenes del matrimonio realizando ofrendas y sacrificios a los dioses.
En el santo satorum del templo encontramos una estatua de la diosa Hator.
Nuestra experiencia
Llevábamos esperando pisar Abú Simbel desde que pensamos en hacer este viaje, por no decir antes. Cuando íbamos en el bus de camino allí fue imposible pegar ni una cabezadita de la emoción.
Los kilómetros pasaban y solo se veía desierto y las montañas de Abú Simbel no llegaban, así que su aparición fue toda una sorpresa.
La senda de entrada la hicimos a buen ritmo, las ganas nos podían y cuando por fin terminó el camino fue… impactante.
Es absolutamente imposible describir lo que se siente cuando estas delante de una maravilla arqueológica de este calibre. Los ojos de los colosos de Ramsés parece que te juzguen y te hacen sentir pequeñito y poco merecedor de entrar en su templo.
Es increíble su tacto, sus colores, su olor a tierra y naturaleza. Es uno de esos lugares que se te agarran a las tripas y ya nunca puedes olvidar.
Su emplazamiento lo hace mucho mas especial, porque ver esos templos escavados en una montaña hacen que la experiencia sea mucho mas bucólica.
Cuando te enteras del fenómeno solar que se produce en el templo de Ramses, la piel de gallina es inevitable, porque estamos hablando de que hace 3000 años ya tenían el suficiente conocimiento del sistema solar como para crear estos efectos tan «holliwoodienses».
El templo de Nefertari es mas acogedor, para nuestro gusto un pelín mas especial por su sencillez y magnificencia a la vez. Además de mostrarnos una vez más que el poder de la mujer en el antiguo Egipto era mucho mas grande de lo que nos pensamos.
Sin duda Abu Simbel es una representación perfecta de lo grande que fue la civilización egipcia. Como siempre decimos, Egipto es el lugar donde todo empieza.
Información práctica
Abierto: de lunes a domingo de 5:00 a.m a 18:00 p.m.
La entrada cuesta 70 libras egipcias (9,50 euros).
Para llegar podéis coger un taxi desde Aswan, contratar una excursión en una agencia local en la propia ciudad.
Sentimos no poder poner mas fotos de Abú Simbel pero está prohibido hacer fotos dentro de los templos. No os podéis perder este lugar mágico e irrepetible.
Nos seguimos leyendo ¡Un Nuni-abrazo!
Gran post Laura!! La verdad es que no sabía que habían dos templos en Abu Simbel 😅😅 así que me has descubierto muchas cosas nuevas. Eso sí, he estado todo el tiempo que leía el post esperando a ver si contabas o no cierta anécdota (guiño, guiño) 😂😂
Un abrazo,
Que pena no poder echar fotos! Las dos entradas son espectaculares, tanto la del templo de Ramsés como el de Nefertarí 😍 ¿dentro también hay estatuas tan grandes? Que ganas de verlas por dentro!! Saludoss
Este viaje por Egipto me tiene fascinado!! Habéis despertado en mi unas ganas de ir que ya no controlo!!! Explicáis genial cada templo y lugar de interés. Gracias!