Buenas viajeris del mundo.
Ek Balam, en español, “Jaguar negro”, es una de las últimas ruinas arqueológicas que han descubierto.
Se encuentra en la península de Yucatán. A unos 20 minutos de la ciudad mejicana de Valladolid.
Sin duda, es uno de los imperdibles de un buen viaje por Riviera Maya.
Ek Balam esta compuesta por varios templos, plazas, un juego de pelota, dos palacios, un baño de vapor, varias estelas y una pirámide (o acrópolis) espectacular. El tamaño de los edificios y su buena conservación son increíbles, si tenemos en cuenta que lleva en pie desde el siglo IV.

Si sois unos valientes y os atrevéis a subir a la pirámide mas voluminosa de la península de Yucatán, podréis ver las ruinas de Cobá, eso si, abstenerse viajeris con vértigo o miedo a las alturas, porque este tesoro maya, mide unos 32 metros de altura y sus escalones tienen una profundidad de un pie de un niño de unos cinco o seis años aproximadamente.

Yo, de hecho solo subí unos diez escalones y me retiré, sin embargo David es un aventurero y pudo disfrutar de las vistas que nos regala Ek Balam. Bueno y nuestro nuevo amigo peludo también se atrevió…



La fachada principal son las fauces de un jaguar, para los mayas representa la puerta al infra-mundo y si, impresiona.
Desde luego, no cabe duda que las ruinas de Ek Balam, son de las mas impresionantes que tenemos hoy en día. El hecho de que no sean tan conocidas y por lo tanto no se masifiquen de turistas, hace que se puedan disfrutar con calma y entendiendo el significado de cada parte.


Nosotros visitamos esta antigua ciudad maya con la agencia “Excursiones Riviera maya”, en concreto, contratamos un pack que incluia Chichén Itzá, cenote Hubiku y Ek Balam.


Si estáis pensando con que agencia visitar estas ruinas, os la recomendamos muy mucho. Son profesionales, atentos a las necesidades, grupos reducidos y te llevan a comer a un sitio precioso, donde hacen una sopa de lima brutal.
¿ACCESIBLE CON DISCAPACIDAD VISUAL?
Como en Sian Ka’an, el guía te recoge en la puerta del hotel y ya no se separa de ti en todo el día, hasta que te vuelve a dejar en el punto de recogida.
Es cierto que las ruinas de Ek Balam no se pueden recorrer de una manera autónoma, pero si vas siguiendo o cogido al guía, no tiene mayor problema.
Las ruinas no están valladas, por lo que se puede subir, tocar y entrar sin problema, a excepción de los murales y pinturas que por motivos obvios no se pueden tocar.
Si te atreves a subir la pirámide o acrópolis, no podrás ver las vistas pero la sensación de estar en un punto tan elevado en plena naturaleza, tiene que ser inolvidable.
Al final, creo que la accesibilidad de esta excursión depende de la colaboración de los guías.
En nuestro caso no tuvimos ningún problema y nos ayudaron y describieron todo lo que necesitamos.
RECOMENDACIONES
- Ropa cómoda y ligera.
- Zapatillas de deporte.
- Agua, mucha agua.
- Anti mosquitos y protección solar biodegradable.
- Sombrero, gorras o similares.

Nos seguimos leyendo.¡Un nuni-abrazo!